A veces miro hacia atrás y no puedo creer todo lo que he vivido. Mi papá fue asesinado cuando era apenas una niña, y desde los ocho años empecé a trabajar para ayudar en casa. He pasado por traiciones y amores que prometían mucho y se desmoronaron en el aire, he sentido lo que es fracasar y tener que levantarme sin más opción. Cambié de carrera, recibí miles de "no" que dolieron como mil cuchillos, y tantas veces me dijeron que mis libros no valían, que no había futuro en mis palabras. Nadie me leía, y ahora, mi última novela ha vendido más de 10 mil ejemplares (QUE PUTA LOCURA). Me critiquen o no, seguiré soñando, porque al final, este es el camino que elegí. Ojalá las crónicas de esta poeta te ayuden a seguir avanzando. Los quiero, nos vemos todos los lunes.