Si me hubiesen advertido que eras cleptómano,
no les hubiese creído.
Te robaste las noches de asilo con conversaciones sin igual.
Te apropiaste de atardeceres al azar con tu sonrisa
y su complicidad.
De espalda secuestraste mis dedos mientras con un camino
de lunares dibujaban el mapa a la felicidad.
Sin pedirlo arrebatas cada espacio en mi mente
privándolos de libertad, exigiendo repentinamente
de mis ojos tu exclusividad.
Aunque si me hubiesen dicho que eres cleptómano,
quizás hoy me hubiese dejado robar.
2 Responses
Siento que eres única, cada palabra que dices o escribes es un fragmento de cada uno de nosotros que ah estado roto, te admiro y estoy tratando de conseguir tu libro
Heeermosooo, inspirador y apasionado
Comments are closed.